Domingo Díaz Festivo es un ciudadano residente en Benidorm de 42 años que decidió el pasado jueves organizarse un viaje para el fin de semana ya que hacía tiempo que no lo hacía debido al confinamiento por el Coronavirus "después de barajar mis opciones y consultar varias agencias de viajes decidí poner rumbo al cuarto de plancha donde nunca había ido. Me lancé a ir solo para desconectar y también porque mi señora no quiso acompañarme ya que ha estado allí varias veces"
Domingo, hizo la maleta el viernes y como un dominguero más emprendió su viaje de 20 segundos hacia el cuarto. Para ello tuvo que cruzar el salón para posteriormente adentrarse en el pasillo donde al final se encontraba su destino "el viaje fue más fácil de lo que esperaba y cuando abrí la puerta me encontré con un mundo nuevo que cambiaría mi existencia para siempre"
"Descubrí una cultura nueva y que lo esencial es invisible a los ojos. A menudo las personas dicen que aún no se han encontrado a sí mismas, pero el sí mismo no es algo que uno encuentra, sino algo que uno crea. Ni siquiera el mejor explorador del mundo hace viajes tan largos como aquel hombre que desciende a las profundidades de su corazón” añade Sánchez.
A su regreso al salón pudo compartir sus experiencias con su mujer, Susana, y sus hijos, Roberto y María “Un hombre viaja por el mundo buscando lo que necesita y regresa a casa para encontrarlo. Aquello es otra mentalidad y recomiendo hacer esto una vez en la vida".
Este diario ha podido constatar que su esposa prepara una demanda de divorcio porque está harta de plancharle todo para que luego venga con estas mierdas y sus dos hijos no le hablan desde que no para de repetir frases místicas porque no las entienden.
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