Inés Queleto es una residente en Benidorm de 72 años que vive en la Plaza de España. Desde su balcón situado en un cuarto piso puede divisar toda la plaza y desde que empezó el Estado de Alarma no ha parado de gritarle a la escultura en forma de hombre que allí se encuentra.
"Ese sinvergüenza se tira ahí fuera todo el día y ni siquiera lleva perro. Yo me tengo que quedar en casa para que borregos como ese no respeten el confinamiento. No he salido ninguna vez y ya hasta me aburre el Sálvame" ha comentado Doña Inés.
Este es un nuevo caso de los llamados "policías de balcón" que además de gritar a transeúntes sin saber el motivo por el que se encuentran en la calle, también suben vídeos denuncia a las redes sociales. Nunca ha habido tanto documento gráfico de gente paseando a perros.
"He llamado todos los días a la Policía Local y no hacen nada, ni que fuese trilero o un peñista de botellón. Ningún mamarracho así debería tener ahora ese privilegio. Ahí todo el día el tío listo con su lanza y ropa metalizada" añade la anciana visiblemente alterada.
Hemos podido constatar como vecinos de la zona, lejos de corregir a Inés, cada día le arengan de una forma diferente para que salga a decirle algo haciéndose pasar por la escultura con frases como "estoy sacando al perro imaginario otra vez, me he fumado ya tres cartones o que bien se está en la calle y no en un balcón de una vieja". A lo que la anciana responde durante horas con una gran cantidad de insultos y aspavientos.
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