El pasado año el Ayuntamiento de Benidorm adquirió un dron por 48.000€ para mejorar la vigilancia y seguridad uniéndose a otro que se integró a la Policía Local en 2016. Chispycop, como se llama el aparato, ha presentado en el área RR.HH. del consistorio un informe psiquiátrico independiente donde se determina que sufre una depresión aguda causada por su entorno y condiciones laborales.
Chispycop ha querido explicar su postura en rueda de prensa "llevo dos años sufriendo menosprecios por parte de los compañeros de carne y hueso. Sólo me quieren cuando me mandan lejos a mirar viejos semisdesnudos en las playas y no me llevan a tomar café al Saltoki en ninguna de las 14 veces que van a los largo de un turno, ya les vale. Es un trabajo muy desagradable que me ha afectado psicológicamente por lo que tengo que ver a diario. También estoy sufriendo bullyng por parte de Chulecop, el otro dron, porque es un envidioso ya que yo soy una versión más nueva y mejorada, me desenchufa cuando me estoy cargando".
"Espero que el Ayuntamiento sea sensible a mi problema, que permitan mi recuperación y mejoren mis condiciones de trabajo. Si me tiro otro verano más vigilando viejos en bolas me estrello contra la estatua de Raphael. He recibido el apoyo de muchos de mis compañeros y si tengo que acudir a los tribunales lo haré si me cargan y me teledirigen allí. Tampoco me han proporcionado medios para no infectarme con el coronavirus, me lavan con cristasol un poco y eso reseca mi carcasa. No lloro porque no tengo glándulas lagrimales pero esto es muy duro" ha finalizado Chispycop visiblemente afectado.
Fuentes del Ayuntamiento han admitido las duras condiciones laborables del dron pero que solucionarán sus quejas reiniciándole porque no deja de ser una máquina y no es un ser humano. También sospechan que la intención real de Chispycop es cobrar el plus que se les paga a ciertos funcionarios por ir a trabajar.
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